Con las adversidades que inundan el mundo editorial en estos momentos, por fin estamos afianzando el proyecto Ediciones Papalotzi, pues se han editado cinco libros y uno que trae la cigüeña. Mi libro reciente, La tentación, tardó tiempo en salir, pero viene ya con el sello de la casa.
Desde hace dos años se cocía a fuego lento. El vampiro del Andador Constitución sería el último de los cuentos en escribir. Lo tuve en la congeladora y hasta hace unos meses lo saqué para darle su manita de gato. Para el tiempo que esperó, su manufactura no es mejor a la de otros. Es más, alcancé a escribir dos cuentos más (Roger y Salpicar al cielo) y a retirar de la selección unos tres. La portada es de Scott Neri. Desde que vi la imagen me pareció ad hoc para el libro y sus tentaciones.
Apareció también Chapala y el beso soñado, de Beropa. Por obviedad no comentaré mucho de este libro. Se trata de una serie de cuentos relacionados, como lo dice el título, con algunas experiencias en la ribera, ajenas, propias y a veces autobiográficas. Los cuentos de Bero tienen una doble naturaleza: la aparente ingenuidad y los mórbidos monstruos que aguardan detrás, como un mister Hayden. La inocencia de los personajes y la atmósfera aparentemente rosada que los rodea se vuelven contra ellos. Terminan por proyectar trágicas experiencias de su condición humana.
Ya se presentaron ambos títulos en el Festival Cultural “Agustín Yañez” de Yahualica, a invitación de Juan Frajoza, y en el Festival de las Artes de San Juan Cosalá, sitios donde conocimos a personajes como el pintor Chaki y saludamos al errante Hugo Plascencia, a Marco Antonio Gabriel, al Compa Joven, a Betorock, etcétera.
En esta lucha sin cuartel por reivindicar al libro ante la posmodernidad y sus chatarras, algunos amigos siguen publicando sus obras. Enumero, por ejemplo, El impulso de tocarlo todo, de Mario Z. Puglisi, Tripa de gato (en edición cartonera) de Sergio Fong, Variaciones y alas de la sin razón, de Rosario Orozco y Poemas a un Cyborg, de Blas Roldán. Apareció también la segunda edición de la novela La rueca y el paraíso, de Fernando Solana, publicada por Arlequín y el Culagos, y la plaqueta Tentativos sonidos del agua, del taller literario de Axixic.
Desde hace dos años se cocía a fuego lento. El vampiro del Andador Constitución sería el último de los cuentos en escribir. Lo tuve en la congeladora y hasta hace unos meses lo saqué para darle su manita de gato. Para el tiempo que esperó, su manufactura no es mejor a la de otros. Es más, alcancé a escribir dos cuentos más (Roger y Salpicar al cielo) y a retirar de la selección unos tres. La portada es de Scott Neri. Desde que vi la imagen me pareció ad hoc para el libro y sus tentaciones.
Apareció también Chapala y el beso soñado, de Beropa. Por obviedad no comentaré mucho de este libro. Se trata de una serie de cuentos relacionados, como lo dice el título, con algunas experiencias en la ribera, ajenas, propias y a veces autobiográficas. Los cuentos de Bero tienen una doble naturaleza: la aparente ingenuidad y los mórbidos monstruos que aguardan detrás, como un mister Hayden. La inocencia de los personajes y la atmósfera aparentemente rosada que los rodea se vuelven contra ellos. Terminan por proyectar trágicas experiencias de su condición humana.
Ya se presentaron ambos títulos en el Festival Cultural “Agustín Yañez” de Yahualica, a invitación de Juan Frajoza, y en el Festival de las Artes de San Juan Cosalá, sitios donde conocimos a personajes como el pintor Chaki y saludamos al errante Hugo Plascencia, a Marco Antonio Gabriel, al Compa Joven, a Betorock, etcétera.
En esta lucha sin cuartel por reivindicar al libro ante la posmodernidad y sus chatarras, algunos amigos siguen publicando sus obras. Enumero, por ejemplo, El impulso de tocarlo todo, de Mario Z. Puglisi, Tripa de gato (en edición cartonera) de Sergio Fong, Variaciones y alas de la sin razón, de Rosario Orozco y Poemas a un Cyborg, de Blas Roldán. Apareció también la segunda edición de la novela La rueca y el paraíso, de Fernando Solana, publicada por Arlequín y el Culagos, y la plaqueta Tentativos sonidos del agua, del taller literario de Axixic.