16.9.10

Lagos de Moreno, Patrimonio Cultural de la Humanidad


(Foto. El Informador)
En esta época de bicentenarios, guerras vacuas, ejecutados y alianzas políticas hay noticias que nos ofrecen un solaz espacio. Una de ellas es la reciente declaración del Camino Real de Tierra Adentro como Patrimonio Cultural de la Humanidad, realizada por la UNESCO el pasado 3 de agosto en Río de Janeiro, gracias a la gestión que hizo durante algunos años el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
De acuerdo con la UNESCO, “El Camino Real de Tierra Adentro, también conocido por el nombre de ‘Camino de la Plata’, comprende cinco sitios ya inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial y otros 55 sitios más situados a lo largo de 1.400 de los 2.600 km de esta larga ruta que parte del norte de México y llega hasta Texas y Nuevo México, en los Estados Unidos. Utilizado entre los siglos XVI y XIX, este camino servía para transportar la plata extraída de las minas de Zacatecas, Guanajuato y San Luis Potosí, así como el mercurio importado de Europa. Aunque su origen y utilización están vinculados a la minería, el Camino Real de Tierra Adentro propició también el establecimiento de vínculos sociales, culturales y religiosos entre la cultura hispánica y las culturas amerindias”.
Uno de esos 55 sitios señalados por UNESCO es el Centro Histórico de Lagos de Moreno “y su puente”, con una extensión de 29.08 hectáreas y 92.25 hectáreas de amortiguamiento, además de la hacienda de Ciénega de Mata, con 2.4 hectáreas de extensión. También fueron incorporados el Fuerte y un puente virreinal en Ojuelos, así como el cementerio de Encarnación de Díaz.
Para la sociedad de Lagos es una noticia que alienta la permanente defensa de su patrimonio, pues el éxito de esta empresa recae no sólo en el INAH, sino en los esfuerzos que por décadas han realizado incontables laguenses por conservar, mantener y prorrogar la identidad de la ciudad, sus inmuebles históricos y la armonía de su Centro Histórico. Hay una larga historia de luchas para abatir los atentados contra nuestro patrimonio. Recordemos tan sólo la labor de gente como Agustín Rivera, José Amador Villagrán, el arquitecto Salvador de Alba, el periodista Carlos Gómez Mata, la asociación Patrimonio Arquitectónico Laguense (PARLA), el mismo gobierno municipal y muchos otros que no terminaría de mencionar.
Ya en 1989 se había obtenido un logro con el Decreto Federal de Zona de Monumentos Históricos y la posterior catalogación de más de 600 bienes inmuebles por parte del CONACULTA y del INAH. Ahora es tiempo de incorporar nuevos procesos de trabajo y participación social en un caso inédito. El compromiso de ser Patrimonio Cultural de la Humanidad va más allá de las acciones desarticuladas o de iniciativas informales.
Por otro lado, es la tercera ocasión que Jalisco se beneficia con una declaratoria de esta envergadura (después del Hospicio Cabañas y del Paisaje agavero), sin embargo, la noticia no corrió con la desbordada emoción que yo hubiera supuesto por parte de las autoridades estatales, ni se transmitieron cápsulas televisivas, como sucedió con el caso del paisaje agavero, seguramente porque los municipios involucrados están a infinita distancia de la capital y porque su potencial económico no tiene los mismos horizontes que los de la industria tequilera. Qué mal pensado.
Ahora corresponde a las instancias correspondientes generar los programas de conservación pertinentes y cumplir con los lineamientos establecidos por la UNESCO. Es sólo el inicio de una historia en la que habrán de librarse diversas batallas. La primera de ellas: transformar a subdelegación la actual ventanilla de atención del INAH, que bien hace falta desde hace años. Felicidades, Lagos de Moreno.