8.1.24

Los fracasados de Mariano Azuela: un recorrido histórico por Lagos de Moreno de finales del siglo XIX a principios del XX

 

Fue un placer cerrar el 2023 con la recepción de este libro en el que José Espinosa Limón ha vertido silenciosamente varios años de trabajo, reuniendo y procesando información de bibliotecas, archivos y repositorios, mediante un riguroso trabajo de campo y de gabinete. Los fracasados de Mariano Azuela: un recorrido histórico por Lagos de Moreno de finales del siglo XIX a principios del XX se une hoy al patrimonio documental de Lagos de Moreno, pues no sólo revela datos que permanecían en la sombra, sino que abre nuevas líneas de investigación sobre nuestra región.

Se trata de una reflexión exhaustiva que realizó Espinosa Limón partiendo de una obra de ficción, Los Fracasados, para recuperar parte de la memoria histórica, social y política de Lagos de Moreno en un periodo que nutriría la potente obra de Mariano Azuela y lo convertiría en el novelista mexicano más relevante de la primera mitad del siglo XX. Es un análisis sobre el contexto en el que se gestó esta obra literaria y el poder testimonial que puede representar la narrativa en el imaginario colectivo.

Si bien, Los fracasados (1908) no alcanzó la fama de las obras posteriores de Azuela, es una novela de transición, escrita in situ por el entonces joven médico de pueblo, aún sin la etiqueta de la “revolución”, pero superando el naturalismo de María Luisa, la cual había sido publicada apenas un año antes y escrita en la década anterior. Como lo señala Rogelio López Espinoza en el prólogo, y refiriéndose a Azuela, Los fracasados es “producto del análisis y la observación de la asfixiante sociedad laguense en la cual se desenvolvía”. Quizá por eso encubrió el nombre de la ciudad por el de Álamos del Sagrado Corazón, apelativo que también enuncia el ambiente religioso de entonces.

Acostumbrados a las reseñas que nos hablan de una relativa paz en la primera década del siglo XX laguense, este libro confirma que no era así, sino que anidaban las evidentes hipocresías de una ciudad pequeña, motivadas por esa inevitable convivencia de sus habitantes, quienes no podían desprenderse unos de otros a pesar de cualquier diferencia ideológica o socioeconómica. Era vigente la tensión entre liberales y conservadores, entre el poder clerical y el oficial, entre clases dominantes y oprimidos…

A lo largo de estos seis capítulos documentados con cuidado y la reflexión que hace de la obra de Azuela y su entorno, Espinosa Limón enfatiza la preocupación del novelista por una narrativa verídica, en la que subyacía una identidad colectiva.  Para ello, el novelista utilizó episodios, expresiones y escenarios locales, así como personas reales para construir sus personajes, como es el caso del párroco Gregorio Retolaza o de su amigo el poeta José Becerra, encarnados en la novela por el cura Cabezudo y el licenciado Reséndiz, respectivamente.

Escribe José que “si tuviéramos que definir el tema principal en la novela de Los fracasados de Mariano Azuela en un sentido histórico, éste sería sin duda alguna el de las relaciones existentes entre sociedad, Iglesia y autoridades políticas en una pequeña ciudad de Jalisco como lo era Lagos de Moreno a principios del siglo XX” (pag. 117). Es por eso que dedica uno de sus capítulos a relatar el conflicto político y religioso sucedido en 1905 en Lagos y que dio elementos para el argumento de la novela, no sólo como prueba de que las pugnas del siglo XIX permanecían vigentes, sino que en cualquier momento podrían estallar a mayor escala, como sucedió efectivamente en la revuelta cristera, dos décadas después.

Por otro lado, y paralelamente a cualquier conflicto, José muestra los méritos de dicha sociedad en su búsqueda de “progreso” y “modernidad” material y cultural, y en algunos de los capítulos se refiere a varios referentes de orgullo laguense en la novela, como lo fueron el ferrocarril, el tranvía, la fábrica “La Victoria”, las obras del Padre Miguel Leandro Guerra o el teatro José Rosas Moreno, entre otros. Si bien, no son elementos fundamentales para la trama de Los fracasados, constituyen los anhelos de una sociedad en movimiento que buscaba renovarse, y construir sus propios equipamientos, infraestructura urbana y servicios públicos, aún con las desigualdades y precariedad de la pequeña provincia frente al centralismo de las capitales.

Finalmente, hace hincapié también en los diversos intentos separatistas que desde Lagos de Moreno se promovieron durante varias décadas, con el interés de formar un nuevo estado, y que fueron (y son) un síntoma de un permanente acento autónomo e inconformidad en los laguenses con relación a Jalisco.    

Con este libro, José Espinosa Limón ratifica el valor social que la narrativa de Mariano Azuela nos ha heredado y la relevancia de Los fracasados con respecto a la personalidad de Lagos de Moreno. A partir de hoy, debemos seguirle la pista a nuestro joven investigador y esperar nuevos retos, con libros como el que hoy presentamos, no concluyentes, sino que abren nuevas vertientes de investigación sobre nuestra identidad.